Geografía

La isla cuenta con óptimas condiciones para el cultivo de la uva y un clima que maximiza la calidad del producto y mejora el potencial ecológico. Los viñedos se extienden desde el nivel del mar hasta los 500 metros de altura.
Playas y acantilados junto al mar, montañas y llanuras más o menos accidentadas. La diversidad de paisajes convierten la isla de Mallorca en un lugar único para la producción de vino.

Suelo

Los suelos son de origen calcáreo con notables niveles de carbonato. De textura franco-arcillosa con capacidad de retención de agua y buen drenaje. Call Vermell es como se conoce popularmente en Mallorca a la tierra franco-arcillosa con abundante óxido de hierro que le dan la característica coloración rojiza.

Clima

El clima mallorquín es típicamente mediterráneo, suave, marcado por un verano largo, seco y caluroso (superiores a los 30 ºC). En invierno las temperaturas son moderadamente bajas (raramente inferiores a los 5 ºC), llegando a nevar en las zonas mas altas de la Serra de Tramuntana.
El nivel de humedad es en general elevado. Las precipitaciones, que suelen ser de tipo tormentoso, se concentran en otoño. Las precipitaciones alcanzan los 440 mm de lluvia anuales de media.

Terroir

El clima, el suelo, el terreno (altitud y orientación) y la tradición o factor humano hacen que Mallorca tenga unas características idóneas para el cultivo de variedades autóctonas que son únicas a la isla. Estas variedades autóctonas conviven con algunas foráneas que se han ido introduciendo poco a poco en la isla.

Blancas

Variedades autóctonas protegidas:

Giró ros: Es una variedad que aporta acidez, una graduación alcohólica moderada y un perfil aromático fino y delicado con aromas de frutas de hueso, como el melocotón, y de frutas blancas, como la pera. Produce vinos frescos, muy equilibrados y con buena capacidad de envejecimiento.

Premsal blanc: Genera unos vinos frescos de marcado carácter frutal, con aromas que recuerdan a cítricos y fruta blanca. Dependiendo del terreno, encontramos en boca una sensación salina y mineral muy interesante. La acidez es moderada y la graduación alcohólica en general baja.

Variedades permitidas: chardonnay, sauvignon blanc, malvasía aromática, viognier, moscatell, macabeu, riesling y parellada.

Tinta

Variedades autóctonas protegidas:

Manto negro: Junto al callet son las variedades tintas autóctonas dominantes. Es una uva rica en azúcares que da lugar a vinos de capa media, aromas intensos a frutos rojos maduros, graduación alcohólica alta , acidez moderada a baja y taninos suaves.

Callet: Da lugar a vinos de baja graduación alcohólica y acidez moderada-baja. De piel muy fina, en general sus vinos presentan poco color. Su nariz es delicada y elegante con notas a fresa, violetas y especias. En boca resulta fresco, ligero y elegante.

Gorgollassa: Variedad autóctona recuperada en el 2001 tras considerarse extinguida durante décadas. Tiene una graduación alcohólica baja, y una acidez moderada. Presenta una elevada intensidad aromática con notas frutales, florales y un ligero toque ahumado. De ligereza apreciable, son tintos que resultan muy refrescantes.

Fogoneu: Variedad muy cultivada antiguamente. En la actualidad se utiliza para mezclas con otras variedades, aportando frescura, ya que tiene una acidez media-alta. La graduación alcohólica no es muy elevada y presenta buena coloración. En nariz destacan las frutas negras y rojas y los toques especiados y florales.

Variedades permitidas: Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah, Monastrell, Ull de llebre y Pinot noir.