El festival de Vi de la Terra Mallorca se suma a las fiestas del municipio con una exitosa degustación de vinos que reúne a 2000 personas y gran presencia de público familiar en el espacio infantil
La música y energía de las integrantes de la Batukada-Emakume daban la bienvenida este viernes a la séptima edición del Raïm Wine Fest pasadas las siete y media de la tarde por las calles de Sant Llorenç en destino en la plaza del Ayuntamiento, epicentro del festival. Era el llamamiento a una cita con nueve bodegas, en representación de las ochenta que producen vino bajo la IGP Vi de la Terra Mallorca: una oportunidad de reivindicar el producto local, hecho a pocos kilómetros de donde anoche se podía degustar. El festival reunía a 2000 personas, con importante presencia de público familiar, preparado para disfrutar de las actividades programadas en el espacio infantil.
Kristy Brooks, sommelier y responsable de promoción de Bodega Conde de Suyrot, se ha estrenado en el Raïm Wine Fest “y estamos muy felices de estar aquí. Nuestra bodega se encuentra entre la Colonia de Sant Pere y Betlem, y es como estar en casa. Es una gran promoción para nosotros y, al mismo tiempo, una oportunidad para la gente que vive en Mallorca conozca nuestro producto. Cada año tenemos más bodegas de aquí y trabajar en el mundo del vino es muy gratificante en estos momentos”.
Pedro Cladera de Caseta Vella también es la primera vez que participa en el festival itinerante de Vi de la Terra Mallorca: «es importante estar aquí y nos sentimos muy a gusto». Destaca «el buen ambiente» y el hecho de que, siendo una bodega que vende mayoritariamente a público extranjero «aquí tenemos más público mallorquín que nos permite abrir mercado local, que no nos conoce demasiado porque somos pequeños». Este año será el quinto que producen vino y “es complicado, pero estamos muy contentos con la gente que nos vamos encontrando por el camino y nos ayuda”.
A pocos kilómetros de Sant Llorenç, en las faldas del Santuario de Sant Salvador de Artà, Toni Flaquer, Escrivà, comercializa vino a nivel profesional desde el año 2020 con la bodega Ca Na Franca. También es la primera vez que participa en el festival: “estamos muy centrados en la comarca de Llevant, que tradicionalmente tenía grandes extensiones de viñedo, pero actualmente vamos un poco retrasados después del destrozo que hizo la filoxera. Ahora volvemos a arrancar y creo que tiene futuro. Iniciativas como ésta lo son todo porque ayudan a que la gente valore el producto de Km 0, el producto local”.
A estas tres bodegas se han sumado este viernes los vinos de Jaume de Puntiró, 7103 Petit Celler, Bodega Butxet, Blanca Terra Bodega y Viña, Bodega Santa Catarina y Vinos Ripoll.
En el escenario The Hawaiians, con sus camisas floreadas y ritmo trepidante, hacían bailar al público asistente. Cogería el relevo Syntonique y la novedad de esta edición, los Wine DJs, reunió a Albert Dols y Jaime Llabrés. A pocos metros, en el espacio infantil, se estrenaba Victor Uwagba con sus cuentos y fábulas africanas, junto a las mesas de juego y talleres, como el de pinta caras, muy reclamado. Y se ofrecía una gran variedad de oferta gastronómica con importante presencia de producto local y food trucks.
También hubo ocasión para la fotografía de familia, que ayer reunió al alcalde de Sant Llorenç, Jaume Soler, acompañado de diferentes concejales del consistorio; Alfredo José Arias, director insular de Comercio del Consell de Mallorca; la gerente de Vi de la Terra Mallorca, Marina Vera y las bodegas
participantes en esta séptima edición.
