Tomeu de Ca’n Verdura Viticultors

Tomeu Llabrés es la cara y esencia de la bodega Ca’n Verdura Viticultors. Nos citamos con él para conocer un poco más una de las muchas y buenas bodegas que forman parte deVins de la terra de Mallorca y de la DO Binissalem.

Toda historia tiene un final y un principio, el presente de hoy está muy vivo pero, evidentemente, lleno de trazas de buen hacer y de una tradición familiar vitivinícola. El enólogo binissalemer da una mirada retrospectiva del camino que le llevó al nacimiento de su propia bodega en 2012. Sus inicios con la viña van ligados a su niñez. Recuerda con ternura esos paseos entre los viñedos de Mantonegro, con su padre o su padrino.

«Hacer vino fue muy orgánico, vino solo»

Con quince años aprovechaba las vacaciones para ayudar a su padre en la finca en la que trabajaba, ya fuera plantando viñedo o esporgando un poco. Un aprendizaje inconsciente y sin una intención determinada hasta que, llegado el momento, desencadenó en su profesión. Tomeu Llabrés estudió enología e ingeniería agrónoma y, a partir de ahí, empezó a trabajar profesionalmente para otras bodegas.

«Arrancamos con tres depósitos y hicimos nuestras primeras cuatro mil botellas»

Después de cierto recorrido, en 2012 decidió arrancar su propio proyecto. Fue el primer paso de un camino que empezó a perfilar de forma más estructurada con el paso de los años. El buen conocimiento del Mantonegro marcó las pautas de vinos claramente dominados por esta variedad autóctona.

“Desde Ca’n Verdura hasta Son Agulló, nosotros intentamos hacer vinos que representen el momento de las variedades”

Los vinos de Ca’n Verdura intentan mostrar la evolución del Mantonegro. “No es lo mismo lo que era un Mantonegro de hace sesenta años a cómo es un Mantonegro en la actualidad. La variedad ha ido evolucionando con el paso del tiempo y esto puedes verlo en nuestros vinos”.

«Queríamos conseguir unos vinos que el día que se embotellan estén listos para beber».

Como buen padre de sus vinos, Tomeu Llabrés se siente muy orgulloso de cada uno de ellos. Sin embargo, destaca la dificultad de elaborar sus Can Verdura. Tomeu recuerda que quería conseguir un vino que llegara a todo el mundo, independientemente de su poder adquisitivo y que hacerlo con un producto de calidad requiere tanto o más esfuerzo que elaborar vinos de precio más elevado.

En cuanto al futuro, Tomeu reconoce que ya no tiene las prisas con que empezó la aventura. Ahora, su experiencia le hace estar convencido de que “del trabajo bien hecho sale un provecho” y que, por tanto, si sigue el camino fijado todo llegará.

Por último le pedimos que nos invite a disfrutar de una buena comida, en este caso imaginario, con amigos y en un imaginario más de mayo. Cierra los ojos, duda unos instantes pero en su mesa para un arroz de pescado acompañado de un blanco Ca Ses Rosetes.

Buen provecho y salud.

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